Preproducción

2005. Fernando Baena. FAMILIAS ENCONTRADAS (2004.11-12 / documentación teórica)

 
REVISÓN TEXTOS I (Noviembre 2004)

Casualmente he encontrado una caja de cartón rotulada: 1 ENERO 1971 AL 17 MARZO. Esta caja contiene cerca de 100 negativos en blanco y negro de fotografías presumiblemente realizadas por un anónimo fotógrafo comercial. Entre las imágenes existen algunas de familias en la pose típica que en aquellos años se requería para el carnet oficial de familia numerosa. Así posábamos en los años finales de la dictadura. ¿Algún parecido con nosotros, hoy?

Debajo de las habituales pancartas publicitarias del Círculo de Bellas Artes se colocarán otras cinco, cada una de ellas con la imagen de una de estas familias desconocidas. Contextualizando las imágenes, cinco rótulos electrónicos mostrarán textos referentes a aquella época.


...................................................................................................................................................................................
REVISIÓN TEXTOS II (Diciembre 2004)

ANÉCDOTA

Casualmente he encontrado una caja de cartón rotulada “1 ENERO 1971 AL 17 MARZO”, que contiene cerca de 100 negativos en blanco y negro presumiblemente realizados por algún fotógrafo comercial. Entre las imágenes existen algunas de familias en la pose típica se requería para el carnet oficial de familia numerosa.


DESCRIPCIÓN

Debajo de las habituales pancartas publicitarias situadas en la fachada del Círculo de Bellas Artes se instalan otras cinco pancartas, cada una de las cuales exhibe la imagen de una de estas familias desconocidas. Bajo cada una de estas fotografías un display luminoso muestra textos referentes al año 1971, especialmente del período comprendido entre el 1 de enero al 17 de marzo:
1. Efemérides generales;
2. La familia;
3. Arte en España en 1971
4. El Círculo de Bellas Artes;
5. Noticias diarias actualizadas.


IMAGEN CONMEMORATIVA Y DOCUMENTAL

La aparición de la fotografía dio el golpe de gracia a las pinturas de historia. El papel conmemorativo y documental de éstas fue sustituido entonces por el reportaje fotográfico más rápido y fidedigno. La Historia desaparece como tema de las obras de arte moderno - quizás El Guernica sea la última. El retrato es otro ámbito que la fotografía y los nuevos medios de registro ha arrebatado prácticamente a las “bellas artes” y si a veces sigue siendo considerado arte lo es dentro de estas modernas disciplinas.
El tema de la familia ha estado presente a lo largo de toda la historia del arte occidental. Baste con mencionar los bustos de antepasados romanos, las Sagradas Familias, las familias reales pintadas por Velázquez o Goya, las familias burguesas retratadas por los holandeses, las aristocráticas de Reynolds o las modernas de Hockney. Aunque las imágenes de Familias encontradas, puedan encuadrarse fácilmente en este tema, los textos que aparecen en los cinco rótulos electrónicos que las acompañan, nos remiten a la sociedad del momento en que estas fotos fueron tomadas. El concepto de familia es así ampliado para abarcar a los españoles y al resto de la humanidad. Evidentemente, lo que ocurría en el mundo afectaba a los protagonistas de estas fotografías y a todos los que ya estábamos aquí.
Pero en este caso no se trata sólo de documentar o conmemorar, o de hacer un análisis sociológico exhaustivo sobre la situación de la familia o del arte español en los últimos años del franquismo, ni de incidir nostálgicamente en unos años decisivos en nuestra propia historia personal. Lo que se pretende es colocar un punto de anclaje común en los recuerdos colectivos -la elección de éste ha sido accidental- para desde ahí estirar nuestra memoria hasta el presente. Nos daremos cuenta, si tenemos la paciencia de leer los diferentes textos, de que en treinta y cuatro años hemos cambiado mucho y no hemos cambiado nada. Vistas de lejos las líneas rojas de los rótulos se desplazan sin avanzar.


INTIMIDAD Y ARTE PÚBLICO

Si esta obra no es cínica ni impactante, si no se refiere a problemas políticos ni de ciudadanía, ni quiere cuestionar usos ni abusos, si resulta pesada, si va a contracorriente y reúne en su interior los conceptos más desprestigiados del arte actual: historicismo, sociologismo, retrato y literatura..., si por todo ello esta obra puede parecer intempestiva, más aún lo parecerá si pese a su situación en la vía pública pretende hablar de temas personales.

En pos de la objetividad el arte contemporáneo parece haber dejado también de lado, junto a lo subjetivo, todo recurso a la vida íntima. Parece improcedente, hoy, que una obra toque temas existenciales. Como si la vida interior de cada uno fuera asunto que para nada incumba a los demás, ni a la sociedad, ni al arte. Quizás sea eso lo que se nos induce a pensar, que estamos ya de vuelta de todo. Así, arrinconada la historia, proscrito lo personal, replegada la memoria, se crea un hueco que alguien se encargará de llenar vendiéndonos un móvil a través del cual gastar nuestro tiempo hablando horas y horas sobre lo que sucede mientras hablamos.

En contraste con el ajetreo y la prisa de la gran vía, en competencia con la seducción de la publicidad, en dirección contraria al arte del momento, se trata, finalmente, de una obra sobre el tiempo y sobre nosotros. Sobre el paso de. Sobre la sensación de sofoco, de que inútilmente nos agitamos y caducamos, breves vidas microscópicas que surgen y se esfuman sin que la apariencia de la textura final se altere. Poca cosa, levísimas vibraciones. Fijar una imagen en la corriente del tiempo no es sino formular el deseo de que algo tenga sentido.

Fernando Baena

 

 

 

 

 

 

05intb0495, o5intb0496