Textos

2005. Ramon Parramon. ENTREVISTA A ROSINA GÓMEZ BAEZA


Es inevitable que tu aportación y participación se trace desde tu perspectiva de directora de ARCO, pero también como miembro del comité de selección que hace unos meses planteó una serie de trabajos para ser producidos en Madrid Abierto. En sentido quisiera que el planteamiento de la entrevista vaya de cuestiones específicas de la Feria de Arte a cuestiones vinculadas a la ciudad, de la que Madrid Abierto fundamenta su estructura y razón de ser.

 

¿Cuáles son las funciones que cubre ARCO en la actualidad? (Desde una perspectiva social, del sector cultural, del mercado u otros aspectos que consideres).

La función de ARCO en la actualidad es la consecuencia de un work in progress que se vienen desarrollando desde hace varios años, cuando no existía en España una infraestructura real para el arte contemporáneo. Desde su perspectiva de Feria y desde su cualidad efímera, ARCO tuvo prácticamente la obligación de convertirse en el punto de encuentro para las artes contemporáneas de este país. Actualmente existe ya una verdadera red de centros, que a su vez activan programas culturales con lo que ARCO siempre ha estado dispuesto a colaborar, yendo más allá de su función como Feria, y conscientes siempre de la importancia de crear de un contexto de trabajo.

 

Habitualmente a través de los medios se suele analizar el éxito de ARCO por sus ventas y sus visitantes. ¿Cuales son los elementos que tu consideras que deberían tenerse en cuenta para medir el alcance de la Feria?

Es indudable que las ventas y el aforo de sus visitantes son prioritarias cuando hablamos de una estructura de mercado, pero también es importante recapacitar sobre cómo se crea la atmósfera necesaria para que exista esa producción. ARCO se ha centrado y creo que en eso somos pioneros, en cualificar a las audiencias que asisten a la Feria a través de programas especializados de coleccionistas, galeristas, teóricos, periodistas etc. atendiendo  sus necesidades y procurando que existan también nexos de unión entre todos ellos. Sin duda, uno de los principales logros de ARCO y que creo es fundamental a la hora de medir el alcance de la Feria, es el incremento de coleccionistas privados de este país, sector que hace unos años era inexistente. Dar voz al coleccionismo  es crucial si se pretende  crear un patrimonio artístico contemporáneo.

 

Supongamos una situación que se ha dado en alguna ocasión: viene un ministro y compra una obra en ARCO. ¿Cuál es mensaje que se desprende? ¿Cuál crees que debe ser el papel de las instituciones en relación con ARCO? (Me refiero a instituciones que trabajan vinculadas al arte contemporáneo, ya sea programando o articulando una colección) ¿Cuál crees que debe ser el papel de las instituciones en relación con el arte contemporáneo?

Debe ser y es imprescindible para crear las bases de un patrimonio sólido de arte contemporáneo que las instituciones y sus representantes se involucren en el proceso.

ARCO plantea desde hace varios años un programa llamado Proyecto Salas, donde participan algunas de las principales instituciones de este país procurando que exista un vínculo real de intercambio y un espacio común de exposición. También hemos comprobado que cada vez son más las instituciones que vienen a ARCO a adquirir obra, enriqueciendo con ello el patrimonio nacional, procurando que estos fabulosos espacios arquitectónicos que han proliferado en España durante los últimos veinte años, tengan colecciones de nivel internacional y puedan también establecer un circuito itinerante de exposiciones con otras instituciones extranjeras. Estos espacios suponen también la apreciación del arte y la educación del ciudadano en materia artística.

 

Ni ARCO ni ninguna otra feria de arte internacional reflejan lo que está pasando en estos momentos. Porque el objetivo primordial de las galerías que asisten a estos certámenes es vender el mayor número de obras posible. Esta visión comercial del arte va reñida, en muchos casos, con las propuestas creativas actuales. ARCO, es un certamen para ir a ver la obra de artistas conocidos y consolidados, son los que cotizan en el mercado, pero dista de ser un espacio para la promoción y lanzamiento de nuevos valores.

A partir de este comentario de Rafael Tous, publicado en la revista Lateral, creo que da pie a varios aspectos que tu podrías matizar, comentar o contraponer:

ARCO ha dado a conocer a artistas que hoy en día son ya parte del mainstream internacional, como plenos valores en alza. Si, en ARCO se vende obra, porque indudablemente es una Feria, pero también es un muestrario muy diverso de lo que está ocurriendo en no menos de treinta y cinco países. ARCO convoca una serie de programas comisariados por los más grandes nombres del comisariado internacional, aparte del programa general de galerías, donde hay cabida para proyectos de diferente índole, con soportes alternativos que demuestran el interés de la Feria por las creaciones actuales.

 

Esta mezcla y despliegue de actividad comercial y actividad cultural, ¿de qué forma crees que es percibida por la comunidad de galeristas y artistas que participan en la Feria? 

ARCO trata que esa actividad cultural que necesariamente envuelve a la Feria, sea dirigida y planteada  con el mayor respeto hacia el contexto galerístico, de tal forma que interceda lo menos posible en su actividad comercial y procurando que el espacio del que ellas, indudablemente, son estrellas, sea un espacio tranquilo y predispuesto para sus actividades. Pero también somos conscientes de que cuanto más atractivo sea el programa cultural de la Feria en armonía con lo que acontece en la ciudad, más profesionales y coleccionistas de arte contemporáneo se sentirán atraídos por nuestra oferta cultural y comercial.

Para los artistas desde luego, es totalmente positivo, ya que ARCO procura que todos sus invitados especiales, desde comisarios, galeristas a directores de Museo, conozcan la producción de este país y se active un intercambio cultural para facilitarle la promoción en el extranjero. Porque, seamos claros, una de las principales cuestiones pendientes que tiene este país es la promoción cualificada de la imagen del arte contemporáneo español fuera de nuestras fronteras. De todos es sabido que la mayoría de nuestros artistas tienen que abandonar España para poder darse a conocer. Es por eso que ARCO pretende, en lo que puede, convertirse en un escaparate de tendencias con nombre propios, que ilustre el inmenso panorama artístico de este país y también mostrar la perseverante labor de los galeristas españoles, que han asumido una función que debería ser compartida con las instituciones gubernamentales.

 

Subamos un peldaño más en relación con las actividades que entran en el regazo de ARCO. Aquí encontramos la ciudad. ¿Cómo crees que la actividad sociocultural de Madrid queda afectada por el evento?

Febrero se convierte en el mes cultural por excelencia en Madrid, y esta circunstancia esta directamente relacionada con el proceso de actuación motivado por ARCO. En apenas unos días, cientos de personas sobresalientes en el mundo del arte llegan a Madrid y se ven envueltos en un sin fin de actividades e inauguraciones de primer nivel que convierten la ciudad en la capital cultural que todos deseamos.

 

A veces se ha comentado que ARCO canaliza una energía tan fuerte que hipoteca la ciudad de Madrid de tal forma que el resto del año se convierte en un desierto cultural. Esta imagen de desolación sigue aún transmitiéndose entre personas vinculadas al arte. ¿Cómo valorarías tú la actividad de la ciudad más allá de ARCO? ¿En qué medida dinamiza o carga la actividad de la ciudad a lo largo del año?

Efectivamente la potencialidad de lo efímero y el espacio de reunión que rodea ARCO provoca que durante ese mes se lleven a cabo inauguraciones importantes y programas culturales de gran envergadura, pero esta actividad frenética sirve para que se hagan acuerdos, se conozca la gente y se creen vínculos de cooperación entre las diferentes instituciones que, muy probablemente, colaboraran en el futuro.

 

Hace un año surge la iniciativa Madrid Abierto, de la mano de Jorge Díez, con la finalidad de trabajar en el contexto real de la ciudad, pero conectada con este campo de fuerza que origina ARCO. ¿Qué es para ti Madrid Abierto? ¿En qué medida se enlaza o se desvincula de los Open Spaces que se organizaba en el interior del recinto ferial?

El arte público ha dejado de ser el trasplante del museo a la calle como espacio  de exposición para pasar a interacturar con el público/transeúnte, procurando establecer una reflexión recíproca. Una manera de relacionarse con ese espacio cotidiano y darle diferentes respuestas a nuestro propio existir dentro de la urbe. Proponer que lo público no es solo aquello que entra en el campo  de lo visible, sino que entre a formar parte de ese espacio abstracto del dominio público. En este sentido, Madrid Abierto se plantea como un interrogante hacia el espacio de la ciudad, una ciudad como Madrid, que se esfuerza día a día por ser más habitable, dentro de la complejidad de una polis en crecimiento.

Los Open Spaces que se han desarrollado durante diferentes ediciones de la Feria, han sido el detonante y la iniciativa para inspirar intersecciones entre el objeto artístico y la ciudad.

 

La mayoría de propuestas seleccionadas para esta segunda edición requieren ser explicadas para poder conocer tanto su significado como su ubicación o articulación con los mecanismos propios de la ciudad, sistemas de transporte, mecanismos publicitarios, etc. De hecho evidencia una cierta desmaterialización o desobjetualización. ¿Cómo encaja esto en el marco de una feria que se basa en la venta de objetos de arte?

Creo que hay que entender que el arte contemporáneo es plural y diverso, y no puede estar sujeto a una sola categoría. En la Feria se intenta que todas esas posibilidades estén contempladas desde diferentes ópticas; por ejemplo tenemos una sesión dentro del Foro Internacional de Expertos en Arte Contemporáneo, que trata precisamente del Coleccionismo de arte anteriormente incoleccionable, donde se hablará de qué forma las ferias de arte tendremos que asumir, entre otras cosas, esa nueva cualidad que el arte contemporáneo presenta dentro de la desmaterialización del objeto artístico. Sin embargo, el circuito tradicional seguirá patente, porque como decía, la Feria es y pretende ser un escaparate de opciones ilustrativas de la estética contemporánea.

 

 

 

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