Proyecto

2008. Annamarie Ho + Inmi Lee. LA GUERRA ES NUESTRA (documentación teórica)

 
Proponemos crear una gran señal que declara “La guerra es nuestra.”, deletreada en negro, alumbrada eléctricamente y adherida a la fachada del Círculo de Bellas Artes. La señal utilizará un formato que se ve a menudo en escaparates y también en publicidad – el observador puede que no preste atención en un primer momento, teniendo en cuenta que solemos ser indiferentes a nueva información y datos que nos son constantemente ofrecidos, pero un segundo vistazo puede procurar una reacción diferente. Además, la instalación de dicha señal sobre un edificio cultural bien conocido lleva a la yuxtaposición de lo político y lo bello.

Estamos especialmente preocupados con el hecho de recuperar lo político para el arte. Durante casi dos décadas, el arte se ha alejado de algunos de los tópicos controvertidos que anteriormente había investigado, tales como el feminismo de los años setenta y el activismo por el SIDA en los ochenta, en pos de una exploración estética; de todos modos en los últimos dos años la política ha vuelto al arte. Este retorno está estrechamente vinculado al clima político que experimentamos ahora, sobre todo la guerra de Irak, y la mayoría de este nuevo trabajo es una reacción contra la política de muchos países, especialmente Estados Unidos.

El arte político sí efectúa cambios y puede hacerlo de muchas maneras – puede procurar cambios en todo desde políticas de Gobierno hasta modificaciones en la perspectiva del observador. Por ejemplo, la campaña de Act Up para dar mayor presencia a la crisis del SIDA en1987, que culminó en carteles con triángulos rosas con la etiqueta SILENCIO=MUERTE, tuvo efectos masivos. Los seis hombres que colaboraron en la campaña eran diseñadores y artistas, y su talento contribuyó al éxito de la campaña. Trabajaron prestando atención a cada detalle desde la frase (la primera elección era “el silencio gay es ensordecedor”) hasta el color elegido.

Uno sería ingenuo si pensase que la estética no tiene relevancia – todo es percibido desde un punto de vista estético, además de desde otros puntos de vista. Al proponer una pieza artística política, tuvimos que encontrar qué frase usaríamos (queríamos algo que fuese lo más simple posible y tuviese el máximo efecto), en qué formato mostrar nuestra señal (consideramos opciones como la cartelera, un cartel luminoso, con letras de neón pero, al final, nos decidimos por un formato que sería el más efectivo dado el coste), que fuente utilizar (nuestra elección fue Times New Roman porque es muy reconocible y refiere a la fuente usada en muchos textos), qué color utilizar (nos decidimos por el negro por la seriedad y gravedad de nuestro mensaje) y donde colocar la señal (el Círculo de Bellas Artes es un edificio público en una calle muy transitada, con un público amplio y variado).

La referencia inicial en la declaración “La guerra es nuestra.” es, por supuesto, la guerra de Irak. Pero la declaración es abierta; la “guerra” puede hacer referencia a cualquier cosa que incite pasión y preocupación en el observador. En Madrid, puede hacer referencia a las actividades del grupo vasco Euskadi Ta Askatasuna o a la necesidad de viviendas a precios más accesibles. Nuestro objetivo consiste en mostrar que todos son participantes voluntarios en lo político. La indiferencia es una declaración, de igual modo que lo puede ser declarar la guerra o verse envuelto en conductas activistas.

 

 

 

 

 

 

 

 

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