Proyecto

2008. Guillaume Ségur. WELCOME ON BOARD (documentación teórica)

 

La instalación tiene una doble función: es, a un mismo tiempo, una escultura pública y un módulo para que los skaters puedan practicar su deporte.  Una gigantesca cinta de Moebius (de aproximadamente 7 metros de diámetro) hecha de contrachapado y metal de acuerdo con la arquitectura de un skate park. Los materiales de los que está hecho sugieren una rampa, ya sea para el uso o como un objeto reconocible asociado al skate. Idealmente, la escultura debería situarse en la Plaza de Colón, una localización que se caracteriza por la práctica de este deporte. Aun así, es importante que este trabajo estimule diversas formas de uso.

BIENVENIDOS A BORDO es un ‘espacio prototipo’ derivado del uso del espacio urbano que hacen los skaters. Partiendo de esta importante relación entre el entorno y la práctica, el objetivo es reinterpretar los efectos de esta confrontación para producir una nueva forma. Considero la obra un ‘espacio prototipo’ en el sentido de que materializa los efectos de personas que resbalan en un entorno urbano. El reto de este proyecto consiste más en producir un objeto muy específico, que en elaborar un prefabricado cultural o un simple desplazamiento contextual. El objeto propuesto tendría la función múltiple de escultura urbana, herramienta visual y espacio de recreo. El objetivo consiste en desplazar la idea de ‘monumento’ a la de ‘motor’. La forma arquitectónica propuesta se convierte en un vehículo de reapropiación, para desarrollar un movimiento, para la acción de las personas en su entorno. Tiene el propósito de animar a las personas a interactuar con el entorno de un modo nuevo: convirtiéndolo en un bucle, dándole la vuelta, deformándolo para comprenderlo mejor.

Es imposible interpretar la ciudad en toda su amplitud, imaginarla como un todo. Porque la ciudad se expande, se libera de nuestro control en cada ocasión que pretendamos imaginarla, es necesario considerar los elementos unificadores de modo que podamos comprenderla como un todo unificado. En los espacios públicos, los skaters comienzan por un proceso de selección. Como Ian Borden afirma: “Los skaters analizan la arquitectura, no por una motivación histórica, simbólica o de autoría, sino por cómo las superficies se prestan para el patinaje”. 1. Fragmentan el espacio arquitectónico en partes útiles y crean continuidad entre los elementos. Es el estudio de este espacio urbano descompuesto, el objeto de este proyecto. A través de la escultura pretendo dar forma a los ‘elementos unificadores’ anteriormente señalados.

Cuando interpreto el skate  en términos de producción de formas y espacios, la cinta Moebius viene a mi mente. Bucles, giros, inversión y movimiento continuo son figuras características del skate. La forma también es algo de especial interés porque ha sido utilizada a menudo en proyectos de escultura pública. Es uno de los estereotipos de la escultura pública de los setenta. En este contexto particular, este trabajo funciona como modelo, código, un símbolo reconocible.

Parecida a estructuras urbanas y arquitectónicas, la escultura pública puede ser interpretada de modo similar a los elementos de espacios públicos que han sido apropiados por los skaters. Ofrece nuevas formas, espacios y superficies a los skaters que, por otra parte, estimula la creación de nuevas figuras para el skate. Una serie de ejemplos extraordinarios pueden ser consultados en la obra “Montados sobre el arte moderno”, de Raphael Zarka, que clasifica la utilización de la escultura pública en videos de skate.

Monumento de Skate de Dan Graham o Skate Park de Peter Kogler son dos trabajos que reutilizan formas existentes al mismo tiempo que celebran el arte del skate.  En Bienvenidos a Bordo el módulo propuesto está concebido desde la práctica del skate más que con la intención de la práctica del skate. El reto prevalente es si de hecho se puede patinar sobre él.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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